El Atlético Madrid espera que la temporada 2021-22 sea una historia protagonizada por dos argentinos. En el sueño de defender el título -algo que, excluyendo a Barcelona y Real Madrid, ningún equipo consigue desde 1982- la inversión más grande del Colchonero en refuerzos fue por Rodrigo De Paul: pagaron 30 millones de euros al Udinese por la figura en el éxito argentino en la Copa América.

El otro argentino protagonista de esta temporada se llama Lionel Messi.

La noticia de la salida de Messi sacudió al fútbol español. La 2021-22 de LaLiga ya no puede ser analizada por fuera de ese lente, y en especial cuando se proyecta la lucha por el título. Barcelona perdió impulso y va camino hacia territorio desconocido: enfrenta una situación que sabía que algún día llegaría, pero no tan rápido. Con Messi fuera de la foto por primera vez en 17 años, los aspirantes al campeonato se posicionan distinto.

Este escenario es el que impulsa al Atlético Madrid hacia una histórica defensa del título. Es que Lionel Messi -ganador de LaLiga en una decena de veces y premiado con el Balón de Oro en seis ocasiones- no tendrá influencia. El mejor jugador en la historia de la competición está afuera. En su lugar, mientras intentan no solo alcanzar otro título si no también ganarse un lugar preponderante en la escena española post Messi, los conducidos por Diego Simeone tienen a su propia estrella argentina para canalizar sus ambiciones.

De Paul pasó la primera parte del verano europeo en Brasil, donde escudó a Messi como uno de los jugadores claves de Argentina en la Copa América. Después de un partido extraordinario en la final, fue el primer jugador en abrazar al capitán cuando sonó el pitido final. Su contratación fue antes del certamen sudamericano, y solo restaba su viaje a Europa para completar la firma.

Desde que se fue de España en 2016 después de un paso incómodo por Valencia -su primera experiencia lejos de Sudamérica- los años siguientes catapultaron a De Paul a la elite europea. Cinco temporadas en la Serie A le ofrecieron el entorno perfecto para sacar a relucir su potencial con una variedad de factores. La principal inyección que le permitió crecer -junto a todos los beneficios que la continuidad le ofrece a cualquier jugador- fue su nueva ubicación en el campo: volante central, luego de varios años intercambiando sitios entre wing, número 10 y segundo delantero. De Paul regresa a España siendo uno de los mediocampistas centrales más influyentes de todo Europa.

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De Paul fue el futbolista con más asistencias esperadas (10,3) y asistencias esperadas de jugadas (7,2) en la Serie A. Esto fue a pesar de que Udinese, su equipo, terminó 14 en el campeonato, y tan solo siete puntos por encima de los puestos de descenso. De hecho, cuando se observan las métricas cada 90 minutos entre las cinco ligas Big-5 de Europa, el volante argentino va todavía más lejos en comparación con los jugadores de su posición. Su promedio de 0,29 asistencias esperadas por encuentro lo pone como el mejor en el puesto, incluso en una lucha cuerpo a cuerpo con Kevin De Bruyne, de Manchester City.

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La belleza en el juego de De Paul y la razón por la cual su reconversión como volante central fue tan exitosa es que no perdió ninguna de sus cualidades como antiguo mediocampista ofensivo. Se adaptó a las tareas defensivas sin sacrificar su intervención en ataque -incluso mostró una gran intensidad sin pelota, algo que se vio claramente en tierra brasileña con Argentina. El jugador de 27 años, el más influyente de Udinese con la pelota en la última temporada, tuvo una gran presencia defensiva con el seleccionado comandado por Lionel Scaloni, que apenas promedió el 49% de posesión en la exitosa Copa América.

Junto a su gran creatividad, De Paul es uno de los más finos en lo que respecta a traslados de balón en áreas centrales de la cancha. Otra vez: con la experiencia que adquirió como extremo y su estilo de origen sudamericano, muestra una confianza asombrosa al momento de trasladar la pelota, y esa es una de las principales herramientas de sus características como mediocampista en el eje. Desde que se afianzó en este puesto, su impacto en los traslados creció: De Paul usa esa herramienta a lo largo de toda la cancha, desde escaparse de presiones de los rivales en su propio campo hasta para sumergirse en el tercio final del ataque.

Comparado con los otros mediocampistas centrales en las cinco ligas más importantes de Europa en la última temporada, De Paul estuvo sexto en cantidad de carreras progresivas cada 90 minutos, y segundo en traslados incluyendo tomas de posesión. No solo es uno de los que con más frecuencia lleva el balón desde las áreas centrales, si no que también lo combina con una alta habilidad para gambetear rivales en los momentos de finalización de las jugadas. Esta es una parte importante de la nueva atracción del Atlético de Madrid: traer a un volante central que sea capaz de darle sentido ofensivo al juego Colchonero sin sacrificar el equilibrio defensivo.

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Desde que ganaron LaLiga por primera vez con Diego Simeone en 2013-2014, la tarea principal del Atlético Madrid es exactamente esa: encontrar cómo evolucionar su juego de ataque sin perder la solidez defensiva que le dio identidad al club. No fue un patrón sencillo, y quedó evidenciado en la espera de siete temporadas hasta cosechar el segundo trofeo liguero. Sin embargo, ahora hay un nuevo aire: el Atlético pareció haber encontrado su balance ideal en la 2020-21. En esta nueva temporada será cuestión de construirlo y afianzarlo.

El arribo de De Paul como fichaje estrella fue por su habilidad individual, pero también porque encaja perfecto en el estilo de transiciones rápidas que gusta en el Wanda Metropolitano. Después de usar un 4-4-2 a lo largo de casi toda su gestión, en la última temporada Diego Simeone abrió su esquema hacia un nivel de flexibilidad que no había mostrado anteriormente: introdujo laterales volantes, tres marcadores centrales y un sistema mucho más dinámico cuando pasa de tener la pelota a no tenerla. El Atlético tuvo su temporada en LaLiga con la media más alta de posesión (52%) y más pases por partido (503) bajo el mandato del Cholo. El cambio es tan radical que son más de 100 pases por encuentro que en la temporada del primer título (402). Al tiempo en que la posesión empezaba a ser cada vez más valorada, Atlético Madrid tuvo que adaptarse a lo largo de todos estos años para mantenerse competitivo contra Barcelona y Real Madrid.

De Paul viene de jugar como mediocampista central en un 5-3-2 en Udinese, y su adaptación en el Atlético parece ser sencilla en términos de comodidad en el sistema. Simeone puede no usar el 5-3-2 todo el tiempo, pero la postura de su equipo cuando tuvo la pelota en la última temporada se pareció bastante a ese esquema, especialmente con la inclusión de tres volantes centrales y los laterales volantes. Con una estructura sólida alrededor suyo, De Paul tendrá la libertad para mandar con la pelota y contribuir de una manera proactiva en el ataque del Atlético. Solo Manuel Locatelli, del Sassuolo, lo superó entre los mediocampistas con más toques de balón en la Serie A (2.871): este dato, de algún modo, demuestra que a De Paul no le pesa tomar responsabilidades con la pelota.

Mientras el Atlético fue formidablemente consistente en defensa, su ataque desde jugadas abiertas siempre estuvo detrás de las métricas de otros equipos. En la última temporada rankearon quintos en LaLiga en goles esperados a través de jugadas abiertas (38.8), un poco detrás de los principales competidores a los que tendrán que superar en la lucha por el campeonato. En orden de tener garantías para seguir creciendo, especialmente teniendo en cuenta de que luchan por el campeonato, el Atlético necesitará más creatividad en ataque. Si nos basamos en sus actuaciones recientes, De Paul representa una oportunidad para crecer en el aspecto ofensivo sin descuidar la mítica estructura defensiva del Cholo.

En una competición que se desprendió de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, Atlético Madrid se encuentra ante una oportunidad única en esta temporada. Mientras los principales aspirantes están en estados de cambio y buscan el nuevo rumbo, los conducidos por Simeone tienen las herramientas para seguir creciendo. Sin salidas importantes y con la llegada de De Paul, el club fortaleció su base al tiempo que sus rivales se desajustaron.

LaLiga pudo haber perdido a su argentino más famoso este verano, pero el Atlético Madrid busca darle un golpe al duopolio español con el arribo del suyo.


Traducido por Nicolás Rotnitzky. Diseño a cargo Matt Sisneros.