La presencia del Real Madrid y el Atlético de Madrid en lo más alto de la tabla de La Liga es algo de esperar, pero que la Real Sociedad se una a ellos no lo es tanto. Después de un quinto puesto en la temporada 2020-21, ¿pueden realmente luchar por el título en esta ocasión?


“Soy muy consciente de por qué estoy aquí”, dijo Imanol Alguacil. “En primer lugar, por mi forma de trabajar y, en segundo lugar, por el trabajo que he hecho con los jugadores del equipo filial durante estos últimos tres años”.

Era el 26 de diciembre de 2018, el día en que Imanol Alguacil se convirtió definitivamente en entrenador de la Real Sociedad. Había estado allí antes, aunque solo temporalmente, sustituyendo al despedido Eusebio Sacristán a la conclusión de la campaña 2017-18. En ese entonces, cumplió con su deber por lealtad a su amado club, aunque negándose a presentarse a sí mismo como cualquier tipo de solución a largo plazo.

Seis meses después, con la llegada de Asier Garitano y su salida después de 17 partidos de liga, el entonces entrenador del equipo filial volvió a ser el centro de atención y se le presentó la oportunidad de su vida. Tras una racha de entrenadores traídos de fuera que no habían funcionado, la visión de la Real Sociedad era clara: potenciar lo que el club ya tenía dentro, de la mano de un hombre que lo conocía mejor que nadie.

Han pasado casi tres años desde que Imanol Alguacil aceptó el trabajo de sus sueños. En sus dos temporadas completas al frente del equipo, la Real Sociedad ha finalizado entre los seis primeros en ambas campañas, ha participado en competiciones europeas en ambas y también ha conseguido levantar el título de la Copa del Rey, su primer gran trofeo desde 1987.

Aquí está la historia de cómo orquestaron este ascenso.

Durante el tiempo de Alguacil como entrenador, la Real Sociedad ha ido incorporando y desarrollando jugadores gradualmente desde la categoría juvenil hasta el punto en el que muchos están ahora en el centro de su éxito. Por ejemplo, de los 14 jugadores que participaron en su victoria en la final de la Copa del Rey en abril de 2021, ocho habían pasado antes por Zubieta, escenario en el que se ubica la academia del club. Entre ellos había varios jugadores a los que se había referido Alguacil en su presentación en 2018: “Hay muchos jugadores que han estado conmigo en el Sanse (el equipo filial) y eso me ha dado más confianza para que dar este paso, porque creo que puedo serles útil “.

Otro hito representativo de la buena salud de las categorías inferiores de la Real Sociedad ha sido la llegada de la Real Sociedad B a la Segunda División española esta temporada, tras su ascenso desde Segunda B. Esto ha generado una dinámica única en el sentido de que no solo es actualmente el único equipo español con representación en las dos primeras divisiones del país, también filtran jugadores arriba y abajo entre los equipos con total libertad para adaptarse a sus necesidades. El equipo B, dirigido por Xabi Alonso, emplea principios de juego similares a los del primer equipo, lo que permite el movimiento frecuente entre las plantillas. “Nuestro objetivo no es más que competir con nuestros muchachos al más alto nivel”, dijo el director deportivo Roberto Olabe a El País en marzo. “La vocación del club está muy arraigada y es simplemente promover el desarrollo de los futbolistas”.

Sin embargo, la identidad del equipo filial de la Real Sociedad no es solo apariencia. Ha tenido un efecto tangible en el éxito del club con Alguacil, debido a cómo encaja y alimenta un estilo particular de juego que ahora se extiende por todo el club. Siendo el equipo titular más joven en términos de promedio de edad tanto en la 2019-20 como en la 2020-21, así como en el transcurso de la vigente temporada, el núcleo de la cantera de la Real impone en el primer equipo el estilo de presión agresiva sin balón, mientras muestran el desparpajo en la posesión en el que fueron educados en Zubieta. Alguacil sabe exactamente lo que puede exigir a los que dan el salto.

De los equipos de La Liga siempre presentes desde el inicio de la temporada pasada, la Real Sociedad tiene la distancia media de inicio de secuencia más alta de la máxima categoría española (43,5 metros). Esto pone de relieve lo alto que, en promedio, La Real recupera la posesión del balón para comenzar una secuencia de juego. También se ubican entre los tres mejores equipos en este período tanto para la PPDA (pases de oposición permitidos por acción defensiva) como para las recuperaciones de balón en zonas de ataque, que se definen como secuencias de juego abierto que comienzan dentro de los primero 40 metros de la portería rival.

Su apuesta por este estilo fue acreditada por David Silva -que es el único jugador de 30 años o más que ha jugado en la Real Sociedad esta temporada- como uno de los atractivos de su fichaje en 2020. “(Alguacil) es un entrenador valiente -siempre apuntala que sus equipos tengan el balón, que apliquen presión alta y lo recuperen lo antes posible, y estas fueron algunas de las razones por las que decidí venir aquí”, dijo a Diario AS el mes pasado.

El propio Silva es un ejemplo clave de cómo la Real Sociedad infunde a su base académica oportunidades selectivas desde el exterior. El jugador de 35 años está llegando al final de su pico competitivo, pero en él buscaban un ajuste estilístico perfecto y una presencia que pudiera dar ejemplo a la próxima generación de centrocampistas del club. Por supuesto, el centrocampista canario también es un maestro del balón y esto también ha tenido el efecto de fortalecer un modelo de juego que se está construyendo constantemente.

Para perturbar realmente a la élite establecida del fútbol español, la Real Sociedad está trabajando para convertirse en dueños del balón. O como diría Roberto Olabe, espacio. “Hablamos de pases como una herramienta, pero la fuente de energía para un pase es el espacio, algo que no podemos olvidar”.

La posesión media de la Real Sociedad en La Liga desde el inicio de la temporada pasada ha sido del 55,2%; el quinto más alto de cualquier equipo, aunque solo marginalmente por detrás de un Villarreal con un 55,5%. También es uno de los cuatro equipos en este período que han promediado el 50% o más de posesión, junto con Barcelona, ​​Sevilla y Real Madrid. La búsqueda de Alguacil de un mayor control es un proceso continuo que no siempre han podido dominar todavía, pero les está proporcionando una plataforma coherente para acumular puntos mientras tanto. Además, cuando tienes a Mikel Oyarzabal y Alexander Isak en el mismo equipo, provocar cambios en el marcador no requiere un dominio total del territorio.

El español y el sueco se han convertido en una de los mejores parejas de La Liga en las últimas temporadas, con Oyarzabal combinando instinto goleador con creatividad en el último tercio e Isak siendo un delantero centro dinámico. De hecho, desde el comienzo de la temporada pasada, ambos jugadores figuran entre los 10 mejores jugadores de La Liga en cuanto a goles esperados combinados y asistencias cada 90 minutos, excluyendo incluso los penaltis (Oyarzabal ha marcado ocho desde los once metros en este período).

La pareja es también un ejemplo más de cómo la Real Sociedad ha operado con éxito como club en las últimas temporadas. Oyarzabal es un jugador nacido en Zubieta y alguien que Alguacil entrenó en el equipo filial, pero ahora es el capitán, el principal símbolo del club y uno de los jugadores de ataque con más talento de la liga. Isak, por su parte, era un jugador joven con pocas oportunidades en el Borussia Dortmund que, según intuían, podría ser contratado a un coste no demasiado elevado, pero que tenía un gran potencial una vez que tuviera continuidad en el club. Esa combinación de talento construido dentro de su academia y obtenido externamente en el momento adecuado ha llegado a tipificar la rápida progresión de la Real Sociedad en los últimos tiempos.

Oyarzabal e Isak pueden ser la cara de la Real Sociedad en el flanco ofensivo, pero su desempeño como equipo a la hora de generar ocasiones también va bien con sus aspiraciones. Solo el Barcelona, ​​el Real Madrid y el actual campeón, el Atlético de Madrid, han marcado más goles en liga que la Real Sociedad desde agosto de 2020, mientras que según nuestros datos de goles esperados (xG), han generado la tercera mayor cifra por partido en la competición durante este período (1,61), solo por detrás de Real Madrid y Barcelona.

Aunque su mentalidad es usar la posesión para atacar, su control de los partidos en relación con la mayoría de los rivales también los ha convertido en una unidad defensiva consistentemente fuerte. Al poder defender con el balón durante grandes períodos de juego mediante la posesión, como hacen muchos de los mejores equipos de Europa, la Real Sociedad concede oportunidades limitadas de gol a sus oponentes. El equipo de Alguacil ocupa el cuarto lugar en goles recibidos (0,98) y el quinto en goles recibidos esperados (1,04) desde el inicio de la temporada pasada en La Liga. Y fieles a su naturaleza, los cuatro defensores esta temporada a menudo han estado compuestos en su totalidad por jugadores que se formaron en Zubieta.

Una vez se reanude la temporada doméstica, la Real Sociedad estará empatada a puntos con el Real Madrid y el Atlético de Madrid en la cima de La Liga. A pesar de tener que competir en varias competiciones, mientras confía en un equipo que se completa en gran medida con jugadores de la cantera que serán puestos a prueba hasta sus límites, la variable clave en la cima de La Liga esta temporada será el desempeño del FC Barcelona. Si sus resultados siguen sin estar a la altura de lo esperado tras la salida de Lionel Messi, bien podría haber una vacante inesperada en uno de los cuatro primeros puestos que se habían establecido con fuerza en la historia reciente. La Real Sociedad es un club en constante crecimiento y tratará de estar allí si la situación da un giro favorable.

Sin embargo, el éxito a corto plazo no definirá a la Real Sociedad de Imanol Alguacil. Por la forma en que operan, su filosofía tiene prioridad sobre tratar de romper los cuatro primeros a toda costa. Es un testimonio de su organización como club en general, desde el establecimiento de un modelo de juego que impregna desde el primer equipo, creando vínculos directos entre la cantera y el equipo senior, y complementando su núcleo de jugadores, que en su mayoría son locales, con un inteligente trabajo en el mercado de fichajes por parte del director deportivo Roberto Olabe. La suma total ha llevado a la Real Sociedad a ser uno de los clubes con más crecimiento, si no el más, en La Liga en las últimas temporadas, y debido a su base de juventud, no se sabe que cima podrán alcanzar.