Julián Álvarez se ganó el titulo de nueva joya del fútbol argentino en los últimos meses, Sus 19 goles y siete asistencias en sus últimas 16 presentaciones lo pusieron en una nueva dimensión. ¿Podrá mantener ese nivel en club europeo?


Hasta hace algunos años el slogan de la Primera División Argentina era “donde nacen las estrellas” aludiendo a la histórica capacidad del fútbol argentino de generar talento y alimentar competencias de todo el mundo (para FIFA CIES, Argentina es, detrás de Brasil y Francia, el principal exportador de futbolistas del mundo).

La producción de jugadores argentinos no es homogénea, sino que debe dividirse en, al menos, tres grandes grupos:

  • Futbolistas trotamundos capaces de adaptarse a distintas ligas y eventualmente convertirse en figuras, como el caso reciente de Jonathan Bauman que pasó por Chile, Indonesia y Malasia antes de convertirse en el MVP de la Liga Pro ecuatoriana esta temporada.
  • Juveniles que emigran con nula o escasa experiencia en primera y construyen prácticamente toda su carrera en el exterior con resultados diversos, desde casos exitosos como Esteban Martínez o Cuti Romero hasta otros menos felices que retornan a equipos de menor categoría o de ligas menos relevantes.
  • Jugadores con buenos rendimientos en el fútbol argentino, que tras algunas temporadas emigran, ya con cierto prestigio, al fútbol europeo (o la MLS). Algunos mantienen carreras sólidas durante años (Gio Simeone), otros añaden skills a su juego y se reconvierten en futbolistas indispensables en sus equipos (De Paul), otros navegan por distintos clubes sin lograr asentarse en ninguno, pero con rendimientos correctos como para mantenerse en esos mercados (Jonathan Calleri, Guido Carrillo) y otros no tienen suerte y terminan regresando a préstamo a Argentina o se mudan a otras ligas menos competitivas (Walter Montoya, Juan Iturbe).

En los últimos años, si bien la producción de buenos jugadores no ha disminuido, el fútbol argentino colocó pocos jugadores directamente en los equipos europeos más importantes y si lo hizo fue más como proyectos a desarrollar (Gio Lo Celso fue al PSG en 2018, Lautaro Martínez al Inter en 2019) que como figuras de impacto inmediato.

La aparición de Julián Álvarez en el River campeón de Marcelo Gallardo, fundamentalmente a partir del salto de calidad que dio en los últimos meses (19 goles y siete asistencias en 16 partidos), incrementa las chances de una transferencia directa de un equipo argentino a equipo top europeo en los próximos meses e incluso, de enviar un jugador que tenga un impacto importante desde su arribo.


El largo recorrido del chico promesa

Julián Álvarez es de Calchín, un pueblo pequeño en el interior de Córdoba (que disputa con Santa Fe el segundo lugar entre las provincias más importantes de Argentina), y siempre llamó la atención por su talento, al punto de que a los 11 años ya había pasado las pruebas en River y en Boca.

La leyenda dice que fue en la prueba de Boca donde lo vio un ojeador del Real Madrid, que lo llevó a Europa donde disputó un torneo con el club Merengue, en que salió campeón y marcó varios goles.

¿Por qué no lo ficharon en la Casa Blanca? Aparentemente por la regla que impide a un club firmar jugadores extranjeros menores de 13 años.

De vuelta en Calchín, decidió no apurarse y se quedó algunos años jugando en el club de su pueblo, para luego, siguiendo el consejo de Matías Almeyda (ex figura millonaria y hasta hace poco entrenador de los San José Earthquakes), eligió sumarse a las divisiones inferiores de River Plate donde conseguiría varios campeonatos locales e internacionales.

Su debut en la Primera División de River fue en un amistoso ante Talleres (09/09/2018), marcando el único gol de su equipo en la derrota 3-1 ante los cordobeses. Rápidamente Gallardo lo puso de titular en varios partidos del torneo local, donde River utilizaba una formación mayormente alternativa ya que estaba disputando instancias finales de la famosa Copa Libertadores 2018.

Las actuaciones de Álvarez eran correctas, pero no deslumbrantes, por lo que sorprendió que fuera uno de los jugadores que entró desde el banco, con el juego aún empatado, en el histórico partido entre River y Boca en el Santiago Bernabéu que le daría la CONMEBOL Libertadores a los Millonarios.

En esos primeros partidos, Julián Álvarez jugaba de extremo e incluso de cuarto volante, en un River que tenía una delantera experimentada y consolidada con Lucas Pratto (cuya compra es la mayor inversión en la historia de los de Nuñez), Rafael Santos Borré (colombiano, en ese entonces a préstamo del Atlético Madrid, hoy jugando en Alemania), Ignacio Scocco (campeón en Newell´s y de largo recorrido internacional) y desde 2019 sumaría a Matías Suarez (figura durante años en el Anderlecht belga).

Julián Álvarez River

Fue en 2020 donde el jugador fue ganando mayor participación (19PJ, siete goles y tres asistencias), y con las salidas de Pratto sumado a las lesiones que sufrió el equipo riverplatense, se ganó varios partidos entre los titulares. Sin embargo, en este punto contaba con más confianza por parte de Gallardo que de la hinchada rioplatense que aún lo miraba de reojo.

“Es un jugador que a los entrenadores nos encanta. Por su calidad, por su generosidad, por su picardía. A cualquier cuerpo técnico le gustaría tenerlo. Es un chico muy joven y tiene mucho recorrido por delante” decía Gallardo para explicar porque le había dado la titularidad ante San Pablo en un choque clave en la fase de grupos de la Libertadores 2020 (2-2), donde el delantero tuvo uno de sus primeros partidos consagratorios, incluyendo un gol y una asistencia.

Fue después de la pandemia, cuando Julián Álvarez comenzó a ser un titular recurrente River, ahora si jugando mayormente como delantero, a veces de referencia y otras de segunda punta.

Fue él quien lideró (gol incluido) a un equipo muy juvenil de River (con muchos titulares desafectados por COVID) en el empate a uno la Bombonera por los cuartos de final de la Copa de la LPF ante el Boca de Carlos Tevez y otras figuras, con quien terminarían cayendo en los penales.

Unos meses después anotó en otro partido épico, donde River con múltiples bajas y el volante ex Benfica Enzo Pérez como arquero, le ganó a Independiente Santa Fe de Colombia y encaminó su clasificación a octavos de la CONMEBOL Libertadores 2021.


El Quiebre

La deuda pendiente de Marcelo Gallardo en River era la conquista de un campeonato local de liga (además de los títulos internacionales había ganado la Copa Argentina tres veces) y el arranque del Torneo LPF 2021 no fue el mejor.

El equipo empezó con muchas dudas en los primeros siete partidos (3V 2E 2D), en ese intervalo Julián Álvarez participó en seis juegos (solo dos como titular) y anotó apenas un gol.

El 27 de agosto, ya con River eliminado de la CONMEBOL Libertadores tras caer ante Atlético Mineiro, Julian Álvarez marcó en la victoria 2-0 del equipo de Gallardo ante Aldosivi.

De ahí en adelante el rendimiento del jugador crecería de manera exponencial.


El Despegue

Confirmada la lesión de Matías Suarez, River perfilaba a Braian Romero y a Julián Álvarez como su dupla de ataque para lo que restaba del torneo. La cuestión era ver si Romero, que había llegado hacía poco proveniente del Defensa y Justicia campeón de la Sudamericana, y el propio Álvarez iban a estar a la altura del poderío ofensivo exhibido por River en los últimos años.

Después del triunfo ante Aldosivi, River viajó a Rosario para enfrentarse al difícil Newell´s que aún contaba con ex Liverpool Maxi Rodríguez y con el ex goleador millonario Ignacio Scocco.

Fue allí, donde Julián Álvarez entregó el primero de sus grandes shows de la temporada: dos goles y dos asistencias para que su equipo venciera 4 a 1 a los rosarinos y sumara la segunda de las ocho victorias en fila que lo convirtieron en el principal candidato al título.

Al siguiente partido, ante Arsenal de local, Álvarez y el resto de sus compañeros chocaron con la muralla que propuso el equipo de Sarandí (24 remates a 4, 1.16xG a 0.13xG), al que solo le pudieron anotar en una jugada fortuita al final del partido (1-0).

Cuando algunos empezaban a dudar y afirmaban que lo hecho ante Newell´s había sido un rendimiento excepcional, Álvarez volvió a anotar y asistir en la goleada ante Central Córdoba, llegando de la mejor manera al superclásico argentino.

River, beneficiado por la rápida (y correcta) expulsión del ex Manchester United Marcos Rojo, dominó y bailó de a ratos a Boca con un Julián Álvarez imparable: el delantero se autogestionó el primer gol con un remate desde lejos y coronó una gran jugada colectiva para marcar el segundo. Un nuevo ídolo había nacido en el Monumental.

El alto nivel de Julián Álvarez siguió con un Hat-Trick ante San Lorenzo, una asistencia en el triunfo clave ante Talleres que peleaba el campeonato con River, y otra vez gol y asistencia en el triunfo ante el complicado Argentinos Juniors entrenado por Gabriel Milito.

No anotó en el empate en La Plata ante Estudiantes, pero compensó con un cuarteto de goles en el triunfo como local ante Patronato (5-0). Volvió a convertir en el triunfo por la mínima ante Platense y marcó el segundo gol en la goleada ante Racing (4-0), la noche que volvió loco a toda la defensa del equipo de Avellaneda (doble caño a Prado incluido) y que River aprovechó para consagrarse campeón del torneo de liga que le faltaba a Gallardo.

Los último tres partidos, ya con el campeonato en el bolsillo, River se relajó un poco y empató como visitante ante Rosario Central (2-2 con una asistencia de Álvarez), cayó como local ante un firme (8V 2E en sus últimos diez partidos) Defensa y Justicia (2-3) y empató (con un gol de Julián Álvarez, que ingreso para los segundos 45 minutos), ante Atlético Tucumán (1-1).

La última función de este año de Julián Álvarez fue el sábado 18 de diciembre, cuando convirtió los dos primeros goles y entregó una asistencia en la victoria de River ante Colón en el Trofeo de Campeones de la LPF, una suerte de Supercopa local que juegan el ganador de la Liga y de la Copa de la Liga.

En este sprint de 16 partidos desde el choque ante Aldosivi, vimos un Julián Álvarez imparable, capaz de anotar (19 goles y 11.6xG) pero también de asistir (41 chances creadas y siete asistencias en ese intervalo), de gambetear jugadores como si fuera un wing, de tirarse atrás para asociarse con sus compañeros jugando a un toque e incluso de abrir espacios a partir de diagonales bien pensadas (0.6 offsides por partido).


La Selección

Al igual que Marcelo Gallardo, el entrenador de la selección argentina, Lionel Scaloni también vio potencial en Julián Álvarez antes que su rendimiento se consolidara, y lo convocó a la Copa América 2021 en reemplazo de Lucas Alario (otro ex River, actualmente en Bayer 04 Leverkusen).

Su participación en la Copa América fue mínima (solo estuvo en el triunfo 4 a 1 ante Bolivia) pero le alcanzó para pasar a la historia como uno de los jugadores que salió campeón de un torneo importante a nivel selección con Messi. Un hecho que se agranda, si tenemos en cuenta que solo tres años antes, Julián Álvarez era apenas uno de los sparrings (los juveniles que colaboran con la selección mayor en los entrenamientos) de Messi, Mascherano, Agüero y compañía en Rusia 2018.

Desde entonces, Julián Álvarez es casi una fija en las convocatorias de Lionel Scaloni, que incluso le dio minutos en el reciente empate como local ante Brasil (0-0 en San Juan).


El Futuro

En la prensa argentina trascendió que Julián Álvarez había dejado pasar ofertas de la MLS a finales de 2020 y mediados de 2021. Al parecer, el futbolista no está apurado para dar el salto a otro fútbol, sin embargo, será difícil que River lo pueda retener mucho tiempo si mantiene el rendimiento de los últimos meses.

A medida que Álvarez marcaba y asistía, clubes más grandes y con más billetera aparecían entre las posibilidades de emigrar del delantero: a mediado de octubre se hablaba de un interés de la Fiorentina, en los primeros días de noviembre era el AC Milán el trascendido y en diciembre se rumoreó que el Real Madrid vendría a fichar al jugador que había tentado hace diez años atrás.

Sus detractores señalan las mismas dudas que le marcaban a Lautaro Martínez en Racing antes de su transferencia al Inter: Álvarez rinde en el campeonato local, pero no ha demostrado ser determinante al mismo nivel en CONMEBOL Libertadores e incluso, a quienes marcaron cierta diferencia física cuando enfrentó a Brasil con la selección nacional.

En cualquier caso, nadie duda que veremos a Julián Álvarez en un equipo importante europeo en los próximos años, habría que ver, de cara a la particular temporada 2022, si la mejor idea para su carrera y para sus chances de ir a Qatar 2022 es emigrar en enero o consolidar su nivel en River y esperar un año más para dar el salto.